La diferencia entre llegar a destino cogiendo un taxi o dando un paseo consciente mientras observo el paisaje. Fluido, sin prisas, observando los detalles. Eso pretende este tipo de propuesta: la fricción generada a través del control del movimiento.

El viernes 16 de febrero, María nos acompaña con esta sesión súper especial de Slow Flow. El origen de este tipo de práctica es bastante reciente, y tiene como característica principal la fluidez y la lentitud en el movimiento mientras se mantiene la continuidad, con el objetivo de crear una secuencia consciente en la que seamos capaces de SENTIR cada uno de los movimientos que realizamos durante nuestras prácticas creativas.

¿No os sucede que a veces automatizáis la práctica y los ritmos? ¿Que aceleráis los movimientos y vuestra sincronización se pierde? Esta propuesta prentede ralentizar esa velocidad y poner el foco en las transiciones entre posturas. Y no, no estamos hablando de transiciones súper complicadas, si no del dinamismo propio de las secuencias de Vinyasa (llevar un pie hacia delante, cambiar de una postura a otra, etc).

Moverse despacio genera calor, y también nos aporta una foto mucho más completa de nuestro lugar en la esterilla, de nuestros patrones, de cómo abordamos la práctica.

Viernes, 16 de febrero. 19.30 horas. Duración de dos horas y aportación de 15 euros.

Información y reservas por correo electrónico o a cualquiera de las redes sociales del espacio.